El apacible municipio de Kortezubi, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, esconde una propuesta que aúna arte, naturaleza y conexión con las inquietudes artísticas de nuestros antepasados más remotos.
Se trata del Bosque Pintado de Oma, en el que el pintor y escultor Agustín Ibarrola hizo del paisaje marco, soporte y materia prima de una de sus obras más conocidas. Visitar este peculiar “museo al aire libre”, de entrada gratuita, equivale a darse un apacible paseo entre pinos y helechos, buscando los troncos transformados por los pinceles del artista… y jugando con el punto de vista y la profundidad, que hacen surgir de la nada composiciones misteriosas que conectan con las representaciones paleolíticas de la cercana cueva de Santimamiñe